Muchos
son los indicios astrológicos que apuntan a que llego la hora de las
definiciones trascendentes que habrá que tomar el pueblo y sus gobernantes para
continuar sus procesos de cambios que toda configuración Júpiter/Saturno trae
en su esencia.
En
primer lugar quiero indicar dos asuntos previos. El primero de ellos, es el
significado de la configuración Jupiter/Saturno, el cual se asocia a los
cambios socio-políticos de una generación. Me baso en lo planteado por Silvia Ceres
en su libro “Astrosociologia” y en los diversos estudios realizados por el profesor
y astrologo español Tito Macia.
En
segundo lugar baso mi cálculo de la
carta considerando la hora universal (UTM) cuando ocurrió el evento en
el cielo y coloco las coordenadas para Caracas. Es decir la diferencia horaria
la coloco en +0:00. Me baso en los trabajos de Tito Macia, Silvia Ceres, Pepa Sanchis
y Juan Estudella, donde hacen mención a estas configuraciones para otros países
pero siguiendo el mismo procedimiento. Igualmente, los programas Kepler_CPA y
Armon, creados por Miguel García, se basan en este mismo criterio.
Dijo
esto porque existen otros astrólogos también igual de reconocidos, que la
calculan en forma diferente en relación a la diferencia horaria. Lo importante
es que sea cual sea, la disposición planetaria es la misma, solo cambiando la ubicación
de las casas.
Aclarando
este asunto como base de lo que expondré, pasemos al análisis de lo que está
por venir.
El
ciclo Júpiter/Saturno tiene su punto primario en el 22° Tauro, lo que nos
indica que los cambios socio-políticos de la época se basaran en la confrontación
de los modelos económicos (Tauro-Escorpio, relacionados domalmente a las casas
II y VIII), que en este caso serán un sistema capitalista versus un sistema
socialista. La manipulación de los más poderosos de cada bando, se han
encargado de sobre dimensionar las virtudes de sus ideas y de desprestigiar y
satanizar las del bando contrario.
Pero,
metiendo en un colador todas esas ideas, solo sale una en común. “Se busca ser felices y se quiere evitar el sufrimiento”. Si bien es importante el que todos tengamos las mismas
libertades, las mismas oportunidades y todos tengamos acceso a todos los
recursos para lograr el bienestar social, también es cierto que debemos saber
utilizarlo, saber ganarlo, tener el reto por conquistar nuestro bienestar. En
pocas palabras, hay muchos aspectos del capitalismo que son buenos y muchos
aspectos del socialismo que también lo son en su esencia.
Solo
que son los que están a la cabeza, esos líderes que de alguna forma le hemos
dado nuestro poder, los que desvirtúan nuestras peticiones.
Aquí es
donde entran a jugar los planetas, el Sol, como representante del liderazgo, la
Luna, llevando la carga emocional del pueblo y la configuración como tal Júpiter/Saturno
teniendo la llama activa del deseo de cambio socio-político que se ha trazado
en esta oportunidad.
Este
proceso está en su fase menguante, es decir, después de llegar a su culminación
(fase llena u oposición), empezaron a salir los frutos, unos dulces, grandes y
sabrosos y otros amagos, pequeños y podridos. Es hora de la “tala”, hora de
quitar la maleza y de recoger el fruto, hora de la cosecha (ultima cuadratura
antes de la nueva conjunción).
El que sembró
“odio”, recogerá “odio”, el que sembró “paz y amor”, será eso lo que conseguirá
al final de la jornada. El que se quedó sentado esperando ver lo que pasa, se
quedara solo con el recuerdo de la película que nunca protagonizo.
Para el
mes de Junio del 2014 (dia 12) se auguran cosas interesante que al pasar los
tiempos nos darán la razón o no.
El
atacir del punto primario, Júpiter/Saturno llega a Neptuno. Si identificamos a la conjunción como un
proceso de cambio o un proceso revolucionario, podemos decir que está en un
momento de “nebulosas”, el proceso entro en una fase de niebla, de dificultad
para encontrar el rumbo, de idealismos fuera de la realidad.
El
atacir del Sol está llegando a Urano. Este planeta significador del liderazgo,
de los que llevan el control y el mando está llegando a un punto donde se
derrumban las estructuras, Urano lo revuelca todo, es intempestivo, arrasador,
destructor. Es como el buey que arrastrando las “rastra” del arado, destruye lo
compacto y estable de suelo, revuelve la tierra en aparente destrucción, pero a
la larga es lo que permite que esa tierra tome nuevos aires, y dé apertura a
las próximas nuevas semillas.
Hasta aquí,
cualquiera de las formas de expresar la configuración coinciden. En mi caso
particular de cálculo, el Sol también está en la cúspide de la casa IV, es
decir que soplan nuevos liderazgos. Pero, productos de qué?. La Luna sería la
encargada de dar sus asuntos. El atacir de la Luna esta sobre la cúspide de la casa
II, es decir, el pueblo quiere en primera instancia su bienestar social, su
bienestar económico y su máxima seguridad como prioridad del momento.
El
atacir de la cúspide de la casa XII llega a la Luna, que pudiera significar en
otras palabras, que existe un pueblo enjaulado, atrincherado, que no ve
salidas.
El
atacir de la cúspide de la casa II sobre el Sol. La responsabilidad del “querer
del pueblo” (bienestar económico, social y político) radica en sus líderes, en
lo que hagan o no hagan, en lo que dicen y no dicen.
Ahora
bien, lo más importante para mi está en el atacir del ascendente, el cual llega
al punto arabe denominado “El Rey pierde su cargo” (ver página de Adela Ferrer –
puntos arábigos). Esto de por si, no tiene más que una interpretación.
Aquí me acorde de una palabras de Heinz Dieterich, ideólogo del socialismo del
siglo XXI, cuando dijo “…A Maduro le quedan máximo 8 semanas más en el poder…”.
Esa afirmación la dijo el 3 de Marzo y la verdad es que ya pasaron las ocho
semanas, pero en términos astrológico y hablando de configuraciones universales
lentas, unas semanas más o una semanas menos, no influyen en este caso a lo que
el cielo anuncia.
Hay un
tren que está partiendo a rumbos diferentes y nuevos, el que quiera ir, puede
abordarlo, el que no se puede quedar. Son pocos los minutos para partir, la
primera llamada ya de dio desde el 14 de febrero, ayer sonó otra campanada en
San Cristóbal y San Diego.
Todo
aquel que pretenda ser el Sol de Venezuela, que escuche a su Luna
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