Muchas
veces hemos hablado sobre Venezuela, también en muchas oportunidades hemos
concluido que ocurrirían eventos detonadores para un cambio social, político y económico.
Ya desde abril del 2016, cuando el Tribunal Supremo de Justicia anuló las decisiones
de la Asamblea Nacional recién electa, decíamos que este gobierno está en sus días
finales.
Hoy
sigo manteniendo esa afirmación, solo que uno, dos o tres años para un país es
muy poco tiempo, mientras que para la personas puede significar mucho,
inclusive la muerte.
Conversaba
con una amiga y compañera de la Universidad sobre la situación venezolana y yo
le comentaba que mantenía la esperanza de un cambio y que hoy más que nunca
estamos más cerca de esa realidad. Ella, me contestaba que no estaba de acuerdo
diciéndome que ella considera que el gobierno está “más atornillado” que nunca,
el poder, la división de la MUD, la desesperanza del venezolano hacía pensar
que esto se acabó y que pasarán muchos años para ver la luz en el túnel en el
que nos hemos metido.
Si
analizamos la información que nos llega del mundo exterior, si vemos las
noticias de televisión, de twitter o de cualquier otra red social, se podría
pensar en lo mismo. Pero eso es precisamente lo que quiere el gobierno que
hagamos, ellos controlan todos los medios de comunicación, filtrando solo lo
que a ellos les conviene.
Pero,
cada uno de nosotros aceptamos que nos manipulen de esa forma?, Nosotros
aceptamos que viendo las cosas que andan mal, nos quedemos esperando que nos
caiga el garrote?
Seguramente
la respuesta es: “No….” Entonces que podemos hacer?...
Tenemos
muchos problemas, unos de corte político, otros son sociales, otros económicos,
otros de seguridad, otros sobre la pérdida de valores. Cada uno de ellos se
entre mezclan, pero tenemos que salir de esto, y la única forma es con
pro-actividad, generándonos un reto interno que nos permita salir a cada uno de
nosotros de esos problemas. Nos merecemos “ser”, nos merecemos “tener”, nos
merecemos la oportunidad de “hacer”. Nadie nos va a sacar de esta pesadilla,
solo nosotros misma podemos salir, cada quien a su manera.
Veamos
astrológicamente…
El armónico
9 relacionado con los noviles nos habla de la paz y como conseguirla, de que
instrumentos nos valemos para obtenerla.
La
carta de Venezuela observamos que en el armónico 9 está establecido un Gran Trino
de aire, queriendo decir que cada vez que razonamos, cada vez que pensemos en
salir adelante, logramos una paz interna. En los últimos años (16 a 20 años),
nuestros gobernantes se han movido en los signos de Agua, es decir manejando el
campo emocional, cosa que como venezolanos NO lo dominamos. Nos desbaratan las
emociones.
Cada
vez que se activan los planetas entre ellos indicados en la gráfica, nos
generan energías positivas de cambio.
Conjunción
Júpiter/Saturno (cambios socio-políticos)
Puede
observarse, se para este momento, se están activando los planetas en cuestión
por atacires.
0°Aries
2017 – Venezuela y su acontecer anual
Igualmente,
por atacires se están activando los planetas que dan paz interna al venezolano.
0°Libra
–Aspectos Financieros
También
están conectados los planetas mencionados. Solo que el atacir de Plutón sobre
Neptuno nos puede decir algo sobre el “default” que está viviendo el país-
Pero….
Como
es que esta situación tan agobiante, nos está generando paz interior?…
La
pata que sostiene la silla hasta ahora había sido la “gran chequera”, había
dinero para comprar consciencias y llenar la barriga de muchos. Hoy se acabó, política
y socialmente ya estaban derrotados, ahora económicamente. La estabilidad del
gobierno no tiene aliento de mediano ni largo plazo, no habrá otra salida que “salir….”.
Allí empezará a generarse esa paz interior que tanto necesitamos.
El
guerrero es aquel que a pesar de haber perdido algunas batallas, se levanta y
asume su derrota como una experiencia y avanza de nuevo valientemente a
enfrentar a su adversario con más fuerza que nunca.
En
lo personal me niego a enfermarme y morir de “DESESPERANZA”, “Yo soy” quien
puede salir adelante como siempre a lo largo de mi vida he salido.
